Isaba, una dura historia con final feliz.
A Isaba la encontramos a las afueras de Monzón, atada a unos hierros. No sabemos cuántos días llevaba allí abandonada pero por su lamentable estado de deshidratación y extrema delgadez suponemos que llevaba muchos días allí sin agua ni comida. La llevamos a la protectora, necesitó muchos días para recuperarse ya que su estado era de total desnutrición. Era una perra noble, sociable, tranquila y cariñosa. Desde el principio solo buscaba mimos y estaba siempre encima de los voluntarios y dándonos besitos. Es increíble como los perros contra peor lo han pasado, más buscan el cariño de las personas, son capaces de perdonar todo el mal que el ser humano es capaz de hacerles.
A los pocos meses, Isaba viajó a Alemania, donde la esperaba su familia, y donde terminó de recuperarse del todo. Hoy Isaba se llama Maya, vive super feliz en el sur de Alemania, en un rancho de caballos con otro perrito de la prote, Aron. Su familia nos cuenta de ella que es un sol, muy cariñosa y super lista. Se lleva bien con todos los miembros de la familia pero sobretodo está encantada con los niños a los que adora.
Podéis comprobar el gran cambio de Isaba en las fotos. Te lo mereces pequeña, que sigas así de feliz con tu familia.